jueves, 17 de octubre de 2013

OFRENDA FLUVIAL.


Erase una vez dos amigos altoaragoneses, uno de Belver y el otro de Gurrea.
Habitaban junto a sus doncellas en la capital del Reino de Aragón, ZARAGOZA.
Uno en el barrio del arrabal y el otro en al barrio de la jota.
La mañana del día 12 de octubre, cuando la ciudad despertaba, los dos amigos ataviados con sus ropas de faena, cruzaban el rió Ebro a través del Puente de Piedra, para presentarse frente a la Virgen del Pilar y ofrecer así su “ramico” de flores en agradecimiento al buen año deportivo que ambos habían disfrutado.
Poco antes de todo esto, montados en sus respectivos kayaks (hasta entonces bien custodiados por Quilez), se dirigieron junto a Celorrio, Larroy y Jacobo hasta el puerto de Vadorrey, desde donde zarpaban las falúas que transportarían a la comitiva de autoridades, rondalla, catadores y  demás devotos de la Pilarica.
Trás recorrer buena parte del río a su paso por la ciudad, llegaron para desembarcar al puerto del Club Naútico, para desde allí presentarse ante la imagen de la Virgen del Pilar.
Una vez realizada la ofrenda fue cuando almorzaron con su buen plato de migas,regadas por sabrosos vinos de la tierra,para así terminar tan emotivo acontecimiento.
Y colorín colorado este cuento NO se ha acabado, porque después de todo esto fueron a vestirse con sus ropas de fiesta para así ,con sus respectivas mañicas, seguir celebrando tan importante fecha.
                                                    VIDEO DE LA OFRENDA FLUVIAL.


He aquí el de Gurrea con su traje regional de colores laurentinos junto a su mañica.